No es fácil despertar observando lo que por dentro es bello, reflejado en la imagen exterior de alguien, y digo que no es fácil porque, desde el principio creemos lo que vemos y no lo que de verdad somos capaces de sentir.
Lo que en un principio es tan simple y común, ahora en mi mente afloraba un nuevo concepto de aquello. Y basta comenzar a conocer de verdad a las personas, aquellos seres complejísimos, analizar sus virtudes y defectos para corregir lo que nuestra conciencia define como normal, feo y hermoso.
Percibí emociones y fracasos, alegrías y tristezas en criaturas de incompleto intelecto, humanos con aspectos similares entre sí, y también muy parecidos a mi , y con pensamientos contradictorios que rosaban mi mano al caminar y sin percatarse de que entonces alguien los observaba fríamente.
Descubrí entre los alrededores de la muchedumbre un ser tan simple como complejo, tan frágil como vigoroso, como un aroma suave que sólo un buen olfato puede reconocer y disfrutar , cabellos extensos que cubrían el lado izquierdo de su rostro, como si hubiese querido mostrar algún grado alto de timidez o simplemente pasar desapercibido.
¿Cómo llegué a su interior , sin siquiera un palabta haber cruzado?.Su rostro parecía triste, y con la mirada me pidió ayuda.En esos momentos mis neuronas actuaron en el inconciente creando sentimientos que jamás antes tuve la oportunidad de creer ó quizás nunca reaccioné a sentirlos.
Desde ese momentomi mirada distorciona lo que el mundo enjuicia, y me levanto pensando en que la belleza ya no tiene una única definición en mi enciclopedia mental....
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